La importancia de las cosas

“IT doesn’t matter” es el título del artículo de Nicholas Carr, escrito en 2003, en el que realiza un juego de palabras para opinar sobre la utilidad de las TIC en el mundo empresarial. En ese ácido texto decía que “las TI son una commodity que aporta la misma ventaja competitiva que la electricidad, es decir, escasa, pero que si falla provoca serios problemas.”

Es cierto que no se debe descontextualizar un artículo de hace 13 años, pero según todos los indicadores de la última década, parece que la sociedad no ha seguido su consejo.

Según el informe de la “La Sociedad en red 2015” (Edición 2016), el comercio electrónico B2C en España tiene un crecimiento anual de un 10%. Para las empresas de más de 250 empleados, el comercio electrónico supone el medio por el cual se
gestionan el 35% de las compras y el 20% de las ventas. En las pymes y grandes empresas la implantación de la web corporativa alcanza el 76,6 % de las empresas con acceso a Internet. Con esto, pretenden llegar a ese 78% de hogares que tienen banda ancha.

La Administración ha dado un nuevo paso, con la entrada en vigor de las nuevas leyes 39 y 40 y la reciente publicación de una guía para facilitar su cumplimiento en las entidades locales, Digitaliza-t . En este documento, se recogen mensajes tales como que “los ciudadanos tienen nuevos derechos y las AAPP, nuevas obligaciones para satisfacerlos. La transformación digital te permitirá atender mejor a los ciudadanos y ser más efciente en tu relación con otras Administraciones.”

El argumento de Carr estaba basado en un valor decreciente de las TI, lo que provocaría la fácil extensión de su utilización. De esta forma, no entregan una posición estratégica a un negocio. Detractores de este posicionamiento, como Paul  Strassman, aseguraban que en el caso de las TI las inversiones de capital mantienen ese comportamiento, mientras que las que no son de capital (como el software), muestran rendimientos crecientes frente a costes que evolucionan en sentido decreciente, por lo que constituyen una muy buena fuente de ventajas competitivas. Quizá los últimos tiempos han hecho surgir una tercera vía, divergente de las anteriores, donde las TI logran transformar e incluso, hacer surgir nuevos modelos de negocio como, por ejemplo, la desintermediación o el consumo P2P.

En defnitiva, se trata de un debate donde resulta evidente que se debe concebir las TIC como una herramienta orientada a un fn, no como el fn en sí mismo, pero donde cada vez más la frontera se diluye, confundiéndose el fin con los medios. Sin embargo, hay algo cierto en el mensaje del controvertido Nicholas Carr: efectivamente, las TIC tienen la misma importancia que la electricidad, sin ellas no funcionará nada.

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por | 05/11/2016 4:33 pm | Editorial Boletics