Hacia la i-administración: inteligente e individualizada

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Introducir las TIC en las instituciones públicas es uno de los objetivos que persigue Emcanta, que ya tiene claro cuáles son los retos del siglo XXI

La inserción de las Nuevas Tecnologías en las administraciones públicas tiene diversas lecturas positivas. En primer lugar, la aparición de un nuevo modelo de comunicación con la ciudadanía que, además, está disponible todos los días y a cualquier hora. En segundo, se amplían las posibilidades de ofrecer información a los usuarios, quienes tienen la libertad de acceder a ella a su ritmo y a su manera, y, al mismo tiempo, se fortalece el mensaje, ya que la documentación es homogénea. En tercero, supone una limitación burocrática, acortando los tiempos de espera, los plazos y la complejidad de los procesos. Y finalmente, la inclusión de las TIC en las administraciones contribuye a optimizar los recursos de estas instituciones, permitiendo automatizar ciertas tareas y concentrar esfuerzos en aquéllas que lo requieran.

Estos beneficios avalan la existencia de la empresa pública Emcanta, fundada en 2004 con el objetivo de aplicar dichas ventajas a la actividad diaria de las administraciones públicas de Cantabria.

Servicios

Con la aplicación de las TIC, Internet y la administración electrónica como elementos base, Emcanta «actúa como una Oficina de Gestión de Proyectos para el sector público cántabro a través de cuatro líneas de trabajo: análisis de viabilidad de proyectos, gestión de proyectos y servicios, el Observatorio de la Sociedad del Conocimiento y la asistencia técnica relacionada con estándares tecnológicos y metodologías», enumera Mª Victoria Llamazares, directora general de Emcanta.

Estos servicios están dirigidos a dos tipos de destinatarios. Por un lado están las instituciones públicas, a quienes se dota de nuevas herramientas, y entre las que se pueden citar «varias áreas clave del Gobierno de Cantabria como Empleo y Bienestar Social, Industria, Innovación Tecnológica, Educación, Economía o Desarrollo Rural», explica la directora. Y por otro, la ciudadanía en general, que se beneficia tanto de la mejora que va experimentando la administración como de las actuaciones concretas que se promueven en materia de expansión de la Sociedad del Conocimiento.

Expectativas de futuro

Una vez que el concepto de administración electrónica termine de asentarse y siga avanzando, será el momento de mirar más allá, «pasaremos de la e-administración a la i-administración, que significa inteligente e individualizada. Éste debería ser el modelo del siglo XXI», afirma Llamazares.

Todo esto implica, continúa, «un grado de desarrollo superior y determinará un cambio cultural, tanto a nivel interno administrativo como en el plano de las relaciones interadministrativas, haciendo converger calidad, conocimiento y TIC».

La i-administración es un modelo más avanzado que da la posibilidad de personalizar y atender individualmente a cada ciudadano, en función de las necesidades, demandas y solicitudes que formule.

Así, ya está definido el reto que tiene por delante nuestra sociedad y la empresa pública: crear un «sistema capaz de prever y anticiparse a las demandas de los ciudadanos, poniendo a disposición de estos las respuestas en el momento, forma, cantidad y calidad necesarias», concluye la directora general de Emcanta.

La forma de llevar a buen puerto tanto este cometido como el previo asentamiento de la e-administración, requiere una planificación global de los proyectos y conseguir la implicación de los usuarios finales, de forma que realmente se mejoren los procesos de trabajo y los modelos organizativos, dando una respuesta lo más próxima posible a las demandas de quienes van a beneficiarse de los servicios.

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por | 01/06/2010 1:10 pm | Administración Electrónica